Finestrelles es diferente. Si quieres saber si conectas con los chicos, no esperes unas palabras de cortesía ni un saludo ritual. Lo sabrás con su sonrisa, el abrazo o el beso que te harán cuando te vean. Una maravilla.

Ya llevo siete años en la Fundación. Ha sido la experiencia más dulce que he tenido. Las personas con las que me encuentro día a día me han enseñado a ser mejor persona y valorar más las cosas, cosas que antes eran insignificantes para mí. También quiero dar las gracias al personal encantador que me ha hecho sentir una más entre ellos.

Empecé a colaborar hace unos meses sin saber muy bien dónde iba ni qué me encontraría. Mi sorpresa fue descubrir un mundo nuevo lleno de buenos sentimientos que me han ayudado a llenar personalmente gracias a todo lo que recibo por parte de los chicos y chicas del centro.

Gracias al primer encuentro de ONGs organizada en Nestlé, descubrí la Fundación. Ha pasado casi un año y el balance es más que positivo. He encontrado unas personas maravillosas, que te dan «cariño» a cambio de nada. También he encontrado un equipo de trabajadores de gran profesionalidad y, lo que aún es más importante, con compromiso e ilusión. Todos ellos me dan más de lo que yo puedo dar.

Hacía mucho que quería ayudar, pero no sabía muy bien cómo. Gracias a la página web www.miaportacion.org descubrí que podía ser útil. Qué mejor que ayudar con lo que más domino, que es la peluquería? Recibo mucho «cariño» por parte de los chicos y chicas, son muy agradecidos, alegres y divertidos.

Como profesional en el ámbito de la comunicación deseaba aportar mi experiencia. Surgió la oportunidad de colaborar en el proyecto de crowdfunding. Lo más apasionante de esta participación es ver cómo gente que no está ligada a la Fundación colabora de forma totalmente desinteresada.

Ha sido mi primer año de voluntaria en Finestrelles. Si tuviera que concentrarse en una frase mi experiencia sería «he recibido mucho más de lo que he dado». Gracias a todos.

Con el «cariño» de los chicos y chicas y el buen recibimiento que me hizo el personal que trabaja me he sentido muy a gusto y muy cómodo desde el primer día. Mucha gente no entiende que haga de voluntaria, pero yo creo que es otra manera de aprender, de conocer y de evolucionar personal y profesionalmente. Estoy contenta de formar parte de este equipo.

Conocí la Fundación realizando un proyecto de diseño para el jardín de Finestrelles. Ahora colaboro con el taller de jardinería y huerto. Los chicos y chicas de la Fundación me han enseñado muchísimo! Me siento muy agradecida de poder participar y, con toda sinceridad, es uno de los aspectos que más me gustan de mi trabajo. Me siento entre amigos y feliz! Gracias!

Mi experiencia como voluntaria empezó acompañando al súper equipo de básquet y echando una mano en el taller o participado en salidas a conciertos y encuentros. Es una colaboración muy pequeña: estar ahí, echarles una mano, escuchar su fin de semana, pero saber que puede ser algo grande para ellos es una gran satisfacción. Lo mejor: todo ese cariño, besos y abrazos que te llevas a casa.

Formo parte de la junta del Casal del Gall de Esplugues y allí es donde conocí a uno de los profesionales de la Fundación que me propuso ir a Finestrelles para enseñar a jugar a petanca. A partir de ese día es lo mejor que he hecho. Ya llevo unos años y el cariño que recibo es más de lo que yo doy. Con la petanca han prosperado muchísimo y cuando salimos de competición lo hacen muy bien gracias al entrenamiento de todas las semanas, haga frío o calor. Gracias a todas las personas que forman la Fundación!

Gracias a que somos vecinos de la calle, tuve el placer de conocer Finestrelles hace ya 5 años. Sólo entrar ya que llenen de besos y abrazos y esperan con entusiasmo la actividad que vengas a hacer: jugar, dibujar, cantar, leer, salir a pasear… se disfruta de cada momento que se comparte! La familia Finestrelles tiene mucho que darte y, como voluntario, te llevas una experiencia en la que todos aportamos y juntos aprendemos.

Conocí la Fundación Finestrelles a través de una amiga que había estado haciendo su voluntariado allí. A pesar del poco tiempo que llevo con ellos, en esta Fundación he encontrado dos cosas que llevaba muchísimos años deseando hacer, colaborar desinteresadamente con alguna entidad u organización y tratar con personas con discapacidad intelectual. Uno imagina muchas cosas cuando decide comenzar una experiencia así, pero nunca sabes con lo que te vas a encontrar hasta que llegas y desde luego ha sido mucho mejor de lo que esperaba. De momento, participo en el taller de cerámica. Ver lo que son capaces de realizar, cada uno dentro de sus posibilidades, que son muchas y poder compartir con ellos ese momento es maravilloso. Agradezco a la Fundación y a las personas que trabajan allí la posibilidad de poder vivir esos bonitos instantes. Me llena de gran satisfacción hablar con cada uno de ellos, que me expliquen que han hecho durante la semana, sus actividades, sus rutinas diarias y a la vez que se preocupen por mi vida personal. Sientes que todo lo que les podemos aportar, sea mucho o poco, te lo agradecen con creces. Los voluntarios somos necesarios, si. Pero cuando estás allí, te das cuenta de que nosotros los necesitamos más a ellos, no solo porque nos hacen sentir bien sino porque nos hacen crecer como seres humanos. Es una experiencia que uno no se puede perder.

Estar en Finestrelles me aporta creatividad, ilusión, me hace soñar. Estos chicos y chicas me enseñan a ser yo misma, a ser sincera conmigo misma, a aprender cada día algo nuevo. Cada momento que compartimos me motiva a querer estar más tiempo con todos ellos. Por eso creo que debo agradecer esta oportunidad y toda la energía y sinceridad que muestran conmigo.

Hace más de 6 años que colaboro con la Fundación. ¿Qué puedo decir de estos chicos y chicas? Que me han dado mucho más ellos a mí de lo que les doy yo. Sólo con sus sonrisas y besos hacen que olvide mis tristezas. Por eso animo a todo el mundo que disponga de unas horas a la semana que haga voluntariado y verán como de gratificante es estar con ellos.